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sábado, 2 de abril de 2011

Capítulo 5: Segunda parte.





El chico de los ojos azules había ido a buscar a Lena a su habitación poco después de comer, cuando Sarah ya había llegado con Sheila y la situación se había hecho aparentemente menos incómoda. Y digo aparentemente porque para Lena fue violento cuando la novia de Jorge entró por la puerta y les vio a ambos sentados juntos en el sofá. 
Cuando ella entró, Jorge se levantó en seguida y se marchó con Sheila a la cocina, pero ella siguió sometida al interrogatorio intensivo por parte de la tía de Sarah, ahora junto al chico de los ojos azules. Se llamaba Víctor, y quería ser escritor o músico. Lena había asentido con aprobación, pero la tía de Sarah parecía intentar hacer todo lo posible por hacerle cambiar de opinión.
-¿No te gustaría ser ingeniero?
Víctor negaba y sonreía. Y así con varias preguntas más que aunque a Lena se le antojasen incómodas, él las respondía con tranquilidad.
-Me gustaría que me llamases Vic -le había dicho a Lena cuando fue a buscarla a su habitación- ¿Quieres ir a dar una vuelta? te puedo enseñar el pueblo.
Era una situación un tanto extraña, sobre todo para Lena, que no solía tratar con demasiada gente, pero se trataba del primo de Sarah, y a pesar de que ella particularmente no le conociese, parecía haber inspirado confianza en todos desde un principio. 
Estaba atardeciendo, caminaban por el paseo de la playa, que estaba casi vacío.
Vic le había estado preguntando cómo era vivir en Madrid, ya que su madre había vivido allí de pequeña. Lena le contó que pocas veces había ido a la ciudad, ya que ella vivía en un pueblo a las afueras. 
La chica dirigió sus ojos negros hacia una figura que salía de la casa de Sarah y se acercaba a donde estaban ellos.
-¿Es él? -preguntó de pronto Vic.
-¿Es él, quién? -respondió Lena, esquivando su mirada.
-Jorge, el chico del que estás enamorada.
Lena se rió nerviosa.
-¿Por qué dices que estoy enamorada de él? -preguntó, bajando la voz.
-¿Por qué susurras? -respondió Vic.
La chica suspiró y se calló al darse cuenta de lo cerca que estaba ya Jorge, que parecía dirigirse hacia ellos.
-Cállate, no hables más del tema. -le dijo a Vic.
El chico de los ojos azules se preguntó qué habría pasado entre ellos dos exactamente como para que hubiese tanta tensión en el ambiente.
-Hola -saludó Jorge, nada más llegar- veo que la ropa te queda bien... -añadió con cierta ironía, mirando a Vic, quien, aunque supo que mentía al decir eso, sonrió y le dio las gracias.

                                                                               

-Nunca me lo habría imaginado -musitó Lena para sí misma.

Aún le daba corte mirar a Jorge, que estaba sentado a su lado, no tan cerca, pero aún así, a su lado.
Supuso que se había acercado a ella porque necesitaba hablar con alguien, desahogarse, y en ese lugar al que acababan de llegar no conocía a nadie más, salvo a Sheila y Sarah. Y un par de amigas de su ahora ex novia, pero Lena era la única persona que no se llevaba bien con Sheila, por tanto, después de oír el testimonio por parte de Jorge, no tendría la más mínima intención de contárselo a ésta. Y eso era lo que a él le convenía.
Apenas Jorge dijo: ''Lena, ¿puedo hablar contigo?'', Vic desapareció para dejarles solos.
Iba a resultar ser un buen chico al fin y al cabo.
-No te preocupes -la sorprendió de pronto la voz de Jorge- pronto se me pasará y todo volverá a ser como antes. Sobre todo entre nosotros -añadió con una sonrisa.
A Lena le dio un vuelco el corazón. ¿Sobre todo nosotros? ¿Eso había dicho?
-¿Qué quieres decir? -preguntó, con un hilillo de voz.
El chico sonrió y sus ojos verdes la miraron con, tal vez, cariño. Fue entonces cuando ella pudo mirarle fijamente, por primera vez durante aquella tarde y desde hacía mucho tiempo. El pelo ondulado que le caía sobre los ojos, verdes. Y su gorro negro.
Jorge no dijo nada más y se levantó de la arena.
-¿Qué te parece si entramos ya? -le propuso.- Está empezando a hacer frío.
Lena sonrió, y le siguió hasta la casa, más feliz e inquieta que nunca.



                                                             
Cuando Lena y Jorge entraron en la casa, una persona más se encontraba allí, en los sofás, charlando. Por si no fuese poco ya la presencia de toda una familia, Sheila, Jorge, Lena y Vic, ahora también estaba ahí Nicole, la antigua amiga de Lena, una chica del instituto que también había acabado cansándose de ella después de varios años de amistad.
-¡Lena, Jorge, ya habéis llegado! -exclamó Sarah, sonriendo, y aparentemente más feliz que Lena incluso, de verles a ellos dos juntos.
Nicole dedicó una sonrisa forzada a Lena, que no supo responder, y a pesar de que dijeron que ya se conocían, Sarah las presentó igualmente. Lena comprobó que lo que había pensado era cierto, Nicole era ahora amiga de Sheila, y a Sarah no le molestaba que la hubiese invitado.



Lena se ausentó del salón después de un rato de conversación, y no bajó a cenar. Recordó, nada más ver a Nicole, el dolor que sintió en ese entonces, como si todo lo que pasó hubiese vuelto de golpe. Había llegado nueva al instituto, no conocía a nadie, y a Nicole le había pasado lo mismo, por eso se unieron tan rápidamente, casi desde el primer día, y fue una amistad maravillosa, eran como hermanas, inseparables, y se sostenían la una a la otra. A su edad, sentían que era una batalla de ellas contra el mundo, hacía aproximadamente un año desde que se habían separado, aunque Lena no había sido muy distinta a como era en ese momento. Ahora estaba a punto de cumplir los 18, y se disgustó al pensar que su vida seguía igual, que seguía estancada en lo mismo de siempre.
Su amistad con Nicole simplemente acabó porque Nicole conoció más gente y descubrió mundo, y Lena no. Ella estaba bien en su burbuja y se sintió traicionada cuando su amiga cambió de parecer, pero así fue.
Unos golpes en la puerta la sacaron de sus pensamientos.
-Adelante -musitó, incorporándose.
Era Vic.
Ya había oscurecido, y solo las luces de la calle iluminaron levemente su rostro, pero ella pudo distinguirlo.
-¿Es que ves algo con lo oscuro que está esto? -preguntó él, encendiendo el interruptor. Una tenue luz anaranjada bañó la habitación.
Ella se frotó los ojos.
-Mucho mejor... gracias.
Vic asintió y cerró la puerta, se apoyó en la pared, a metro y medio de la cama de Lena, y soltó un largo suspiro.
La chica se sentó al borde de la cama. La verdad era que no tenía ganas de hablar, pero tal vez Vic se aburría en aquella casa y por eso no dejaba de ir detrás de ella. Cosa que no dejaba de resultar incómoda.
-¿Te pasa algo? -preguntó a Vic.
Vic negó con la cabeza.
-¿Debería de pasarme algo? -preguntó a Lena.
Ella se levantó de la cama y empezó a sacar ropa de su mochila y ordenarla, simulando estar muy ocupada.
-Te lo pregunto porque pasas demasiado tiempo en mi habitación. Casi tanto como yo.
Lena lo dijo en tono de broma, para no sonar demasiado secante, pero para su sorpresa, él solamente sonrió.
     

3 comentarios:

  1. :O LEna que va a pasar??? ME h encantado :) EsPERo el próximo !! Eso si sin prisas ee jajajxD Besitos y enhorabuena!

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  2. Quiero el proximo ya >.< xD
    Me ha encantado. Lena deberías pasarte por mi blog porque te he dejado una sorpresita:
    http://unchicoindiferente.blogspot.com/
    Espero que te guste mucho, mucho, está en la última entrada.
    Un beso muy fuerte y sube más capítulos porfavor :]

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  3. ;D me he puesto al dia por fin y la verdad es que erstoy impresionada ;D adoro al chico de los ojos azules ¬¬ exijo saber su nombre YA XD tu tranquila pubica cuando quieras aunque ya tengo ganas de saber que significaria esa sonrisa de sarah ;D un besote

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