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martes, 10 de marzo de 2015

Gracias.

Siempre fui la típica pringada de la clase, a la que todos miraban mal o directamente ni miraban. Y eso, muchas veces no fue mi problema, sino problema de los demás, que se sentían tan insatisfechos consigo mismos que solamente encontraban consuelo riéndose de mi y de algunas otras personas que miraban a su alrededor, perdidos, sin saber qué habían hecho mal.
Yo me duchaba todos los días, -y lo sigo haciendo- pero les gustaba reírse de mi y de mi pelo, como si fuese lo más asqueroso que había. Bueno, yo sabía que a lo mejor no era guay o llamaba la atención positivamente, pero tampoco había nada malo en ello.
Cuando empecé a escribir en internet, -después de mudarme de página varias veces y llegar a esta- hace unos siete años, mi vida era eso. Madrugar, ir a clase, aguantar, volver a casa y hacer lo que me gustaba y creía que se me daba bien, hasta volver al día siguiente.
Esperaréis que diga que era una pesadilla, pero la verdad es que no. Tuve épocas malas, no voy a decir que no, pero... compensa.
Esta historia trataba de mi. Lena era yo. Una pobre chica perdida y humillada.
Necesitaba de alguna manera hacerme ver al mundo y que alguien me ayudase, aunque la verdad es que no esperaba mucha expectación, y nunca la he tenido. Pero esto aún así es mayor de la que nunca esperé.
Leí muchos comentarios que me daban las gracias por haber creado los personajes, sobre todo por Lena: 
''Lena es muy realista, es como somos la mayoría de las chicas''.
 La verdad es que me encantaba que dijerais cosas así de Vic -porque es increíble y todos lo sabemos-, pero de Lena, me dolía mucho. Lena era la parte más oscura, miedica e inocente de mi alma, ¿de verdad os gustaba y erais así? qué dolor.
No os critico, para nada. No deja de ser ''mi personaje'', lo que me duele es que exista en vosotros y que penséis que es normal.
Pero, un momento, estoy hablando de la Lena miedica del principio de la historia... Espero que os hayáis dado cuenta de que ella cambia mientras pasan los capítulos... más me vale que os hayáis dado cuenta, sino, de poco me ha servido escribir esto.
Sé que la historia no deja de ser un tanto extraña, a lo mejor hasta os disgusta cómo avanza, o este final, pero es lo que tengo metido en la cabeza desde que tenía doce o trece años, y por fin lo estoy dejando salir ahora. No os imagináis esta liberación que siento, es tanta que me está dejando vacía.
Sólo quería dar las gracias y compartir un poquito de mi yo actual y real, y decir que todavía queda un último capítulo, que esto no es una despedida en toda regla tampoco, porque seguiré subiendo en los otros dos blogs, y que gracias por haber llegado hasta aquí. Gracias por leer esto, y de verdad... No sé, todos y cada unos de vuestros comentarios y críticas me han ayudado tanto que seguramente, si hubiese faltado uno solo de ellos nada habría sido lo mismo.
Sé que esto no es una gran novela ni una obra de arte, pero me siento digna de escribir esto, explicándome, aclarando cosas, como si tuviese la suerte de publicar esto en libro. 
Y ojalá algún día pueda hacerlo.
Gracias.

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